Frente a la agresión de la Federación Rusa en Ucrania, el Consejo Nacional del partido Lewica Razem condena decididamente las actuaciones de Vladimir Putin, del gobierno ruso, parlamento, de los comandantes de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusia y del régimen colaborador de Aleksandr Lukashenko. Pedimos sanciones inmediatas y duras contra Rusia y un apoyo decidido para Ucrania.

Al justificar su decisión de atacar, Vladimir Putin presentó una imagen revisionista y distorsionada de Ucrania y su historia. Putin no considera Ucrania como un país soberano y está reclamando el derecho a su territorio a base de argumentos arbitrarios. Por lo tanto, no nos cabe duda que las actuaciones de Moscú vienen motivadas por un sentimiento infundado de supremacía sobre Ucrania y por las tendencias imperialistas.

Putin está acusando a Ucrania de violar el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, lo que es una mentira. Esta afirmación es claramente absurda, tanto más que es el régimen de Putin que numerosas veces infringió la ley internacional violando la integridad territorial de los países vecinos. Se consideran tales violaciones: la adhesión de Crimea, iniciación y participación en la guerra en Donbas y ahora, también, el reconocimiento de la independencia de las autodenominadas repúblicas populares de Lughansk y Doneck, la incursión del ejército ruso en el territorio de Ucrania y el bombardeo de las ciudades ucranianas.

La escalada militar vino precedida por una estrategia de Rusia que impedía soluciones diplomáticas consistiendo en desinformación y unas demandas innegociables, como por ejemplo, la retirada de las fuerzas de la OTAN a su distribución del año 1997 o garantías por escrito que Ucrania o Georgia nunca se adherirían a la Alianza. De ahí que, es obvio para nosotros que la responsabilidad por la agresión recae únicamente sobre el régimen de Putin. No se puede culpar a Ucrania, otros países de la Región de Europa Central y del Este, ni la OTAN, y las acusaciones contra esta organización fueron, desde el principio un pretexto para poder llevar la política imperial con objetivo de subordinar el territorio de Ucrania.

Por culpa de la agresión contra Ucrania sufren también los ciudadanos rusos y bielorrusos, a los que claramente hay que distinguir de las élites antidemocráticos de los regímenes de Putin y Lukashenko. Por lo tanto mandamos nuestro apoyo a todos los que se opongan a la política agresiva de los gobiernos de la Federación Rusa, en particular a los que han sufrido violencia bruta como respuesta a sus protestas.

La agresión de Rusia requiere una respuesta firme. Por lo tanto, llamamos al gobierno polaco, la Unión Europea y la comunidad internacional a introducir las siguientes sanciones:

  • excluir a los bancos rusos y bielorrusos del mercado europeo y del sistema SWIFT
  • congelar la comercialización de las obligaciones rusas,
  • suprimir definitivamente el proyecto del gasoducto Nord Stream 2,
  • suspender la participación de la Federación Rusa en el Consejo de Europa,
  • expulsar a los diplomáticos rusos de los países miembros de la UE,
  • embargar los activos e introducir una prohibición de desplazamiento para los oligarcas rusos y bielorrusos, partidos políticos y otras organizaciones que apoyan al régimen de Vladimir Putin o la invasión en Ucrania, los oficiales de las Fuerzas Armadas de Rusia y Bielorrusia, líderes de las autoproclamadas repúblicas populares y todos los altos cargos de la administración estatal de la Federación Rusa en el territorio de la Unión Europea,
  • Demandar a todos los arriba mencionados ante el Tribunal Penal Internacional por responsables por la crimen de agresión y crímenes de guerra, Para cada una de estas personas hay que emitir ya una orden europea de detención y entrega, junto con las instrucciones para la policía de Polonia.

Sanciones contra Rusia y sus aliados como una de las formas de detener su agresión Y otro, más importante todavía, es el apoyo a Ucrania. Por eso, nuestra obligación es apoyar inmediatamente:

  • La defensa de Ucrania. La respuesta a la amenaza militar tiene que ser la ayuda en forma de suministros de armas, aprovisionamiento militar y productos básicos para los civiles, igual que el apoyo médico y el de la inteligencia. Es importante también citar a la Organización de Naciones Unidas a iniciar una misión de paz en el territorio de Ucrania.
  • La economía de Ucrania La respuesta al riesgo económico tienen que ser las ayudas financieras. La guerra y la desestabilización de la economía suponen un problema enorme para el presupuesto de Ucrania. El país que se gasta más hoy día en atender a sus deudas que en la defensa. Apelamos que se libera a Ucrania de la deuda. La deuda no puede empujar a los ucranianos hacia la pobreza ni quitarle a Ucrania las capacidades defensivas. Apelamos a la Comisión Europea y al gobierno de Polonia que el coste de la deuda ucraniana sea atendido en su totalidad por el Banco Central Europeo.
  • Los civiles ucranianos Los ciudadanos y ciudadanas de Ucrania ya sufren problemas con el aprovisionamiento de comida, energía o combustible. Está seguro que en los próximos días de la invasión la situación empeorará drásticamente. Tenemos que estar listos para suministrar alimentos y otros artículos de primera necesidad a Ucrania. No podemos permitir que Putin manipule con acceso de la población a la comida, o recursos financieros.
  • Los refugiados de Ucrania Desde hace un tiempo los refugiados de Ucrania occidental están cruzando las aduanas con Polonia. Deberíamos hacer todo lo posible para ofrecerles alojamiento, atención médica (incluida la atención médica a los soldados, evacuación de los heridos y equipamiento médico) y psicológica. Hay que acelerar las preparaciones para realizar procedimientos rápidos de asilo y mantener un número adecuado de los puntos de recepción en el territorio del país para prevenir acumulaciones y posible desplazamiento de los refugiados a los campamentos provisionales en la zona fronteriza. Llamamos a la Unión Europea a activar procedimientos que permitirán abarcar a todos con la protección provisional y no sobrecargar el sistema de asilo.

Nuestra obligación es garantizar la seguridad para Polonia.

  • El principal componente de la seguridad de la República de Polonia es la defensa colectiva como país miembro de la OTAN (artículo 5) y de la UE. La seguridad de Polonia puede garantizarse mediante grupos de combate de la UE y mediante ayudas mutuas conforme con el artículo 42 (7) del TUE.
  • Siendo un país del flanco este y un país de la línea de frente, Polonia debería asegurar su defensa colectiva únicamente dentro de la OTAN y la UE.
  • Los intentos de crear nuevas alianzas y emprender acciones unilaterales (p.ej. mandar a los soldados polacos a luchar en el territorio de Ucrania) supondrían un peligro para la seguridad de Polonia.

Nos queda claro que al mismo tiempo tenemos que intentar garantizar seguridad a todo Europa. Por lo tanto, intentaremos influir en los países de la Unión Europea para que se independicen lo antes posible de los suministros de los recursos y que aceleren la transformación energética, creando un mix energético basado en las energías renovables y energía nuclear. Las conversaciones sobre esta transformación deberían llevarse con la participación de Ucrania y las decisiones allí tomadas tienen que considerar su seguridad energética.

Llamamos también a abrir un debate profundo sobre el desarrollo de la capacidad europea de autodefensa sobre la base de un ejército moderno de la Comunidad como un elementos clave para el mantenimiento de la paz frente a una política agresiva de Rusia.